La participación ciudadana y la creatividad son demandas necesarias para llevar a cabo una verdadera educomunicación.
Son las apuestas que Jordi Torrent y Roberto Aparici hacen en torno a las nuevas alfabetizaciones y a la nueva educación en materia de comunicación.
Estos profesionales demandan una "alfabetización mediática" por la cual todos podamos aprender desde pequeños a ser críticos con aquello que los medios de comunicación nos ofrecen. Asomarnos a una ventana por la cual podamos observar todo lo existente y podamos tener la oportunidad de elegir libremente la información que queremos, no aquella que nos venden y que ya está censurada puesto que los diversos medios, con sus prácticas, ofrecen una información al usuario que ha sido previamente seleccionada o editada.
Hoy, es más que sabido, aunque unos sean más concientes que otros, que la información de los media se encuentra homogeneizada. Esto lo provoca la concentración mediática que busca abarcar y dominar toda la información mundial en un sistema capitalista y movido en muchas ocasiones sólo por lo económico. Si lo que se lleva es dominar los medios, por consiguiente, también se buscará dominar las mentes y las opiniones de los usuarios. Estos factores unidos al sitema globalizador en el que vivimos destaca además por la creación de desigualdades.
No todos tenemos el mismo acceso a los medios convencionales, ni a los digitales. La conocida "brecha" es aún muy grande en el mundo actual. El sur siempre se ha visto desplazado en este sentido pero lo que estos autores persiguen además de analizar la situación general es dar alternativas críticas y pedagógicas a la información de los media. De ahí que a lo largo de su artículo demanden incluir la educomunicación en los programas de estudio.
De hecho, es algo que en España ya se intentó cuando se dieron unas premisas al Ministerio de Educación para incluir como alternativa pedagógica, la educomunicación. Según estos autores el Ministerio rechazó la propuesta debido a que la educomunicación como competencia específica no tiene cabida en los programas educativos actuales.
Son muchos los países que han desarrollado alternativas más educativas al respecto. Además de los pioneros como Francia y muchos países de latinoamérica, se han presentado interesantes apuestas como la del Reino Unido, "screen education" por la que se creó una revista dirigida a profesores de comunicación para empezar por la educación en las aulas y desde la base. Dicha iniciativa resulta positiva desde su origen ya que si es necesaria una nueva alfabetización, debe ser para todos.
A grandes rasgos, las aportaciones de Aparici y Torrent, buscan denunciar la situación mediática actual y hacer realidad un mundo, no muy lejano, donde lo que exista no sean analfabetos digitales, sino que cualquier ciudadano pueda usar las herramientas existentes a su alcance para crear una versión distinta a la habitual mediática.
Ya en 1980 el informe Mac Bride daba una primera lección al respecto bajo el lema: "un sólo mundo, voces múltiples". Voces que también, y en cualquier parte del mundo, pueden tener cosas interesantes que decir. Hoy, el reto está en la necesidad de convencer al ciudadano de la importantcia de "desaprender lo aprendido" para empezar de cero.
La educomunicación es, según Freire: "un vehículo de desarrollo por el cual el individuo, y la comunidad se liberan de ideologías opresoras y embrutecedoras del género humano".
Es una apuesta que pone en peligro el status quo actual pero que vale la pena intentar...
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